Carlos Hernández, un economista venezolano, dijo en un artículo para el New York Times que bitcoin ayudó a su hermano a escapar de Venezuela el verano pasado.
También afirma que mantiene todos sus fondos en bitcoin, ya que mantenerlo en la moneda venezolana sería un suicidio financiero.
“La última vez que lo verifiqué, la tasa de inflación diaria fue de alrededor del 3,5 por ciento. Eso es inflación diaria; la tasa de inflación anual en 2018 fue de casi 1,7 millones por ciento. No tengo una cuenta bancaria en el extranjero, y con los controles de divisas de Venezuela, no hay una manera fácil para mí de usar una moneda extranjera convencional como el dólar estadounidense» , dice Hernández.
El gobierno venezolano restringe las transacciones en bolívares
LocalBitcoins, la plataforma de intercambio de bitcoins entre particulares y la más habitual forma de comprar bitcoins en Venezuela, ha alcanzado en las últimas semanas volúmenes récord en el país.
Conseguir compradores y vendedores de bitcoins es la parte fácil, sin embargo, convertirlos a bolívares es la parte complicada por el control sobre los bolívares que el Gobierno establece.
«…no puedo cambiar demasiados bitcoins a la vez . El gobierno no vigila las transacciones de criptomonedas (todavía), pero sí supervisa las transacciones en bolívares, y cualquier valor de 50 dólares o más congelará su cuenta automáticamente hasta que pueda explicar a su banco de dónde provienen los fondos.
Aún así, se podría decir que las criptomonedas han salvado a nuestra familia. Ahora cubro los gastos de nuestra casa por mi cuenta. Mi padre es un empleado del gobierno, […] y gana alrededor de 6 dólares al mes. Mi madre es una ama de casa sin ingresos. Y las criptomonedas ayudaron a mi hermano Juan, de 28 años, a escapar de Venezuela el verano pasado» explica Hernández.
Durante años, su hermano Juan trabajó como abogado, pero debido a la hiperinflación todo el mundo se fue haciendo cada vez más pobre, incluyendo sus clientes. Cada vez iba ganando menos dinero, hasta que un día se dio por vencido.
A principios de año pasado empezó a hacer algunos trabajos online como diseñador gráfico y haciendo traducciones, pero la mayoría de webs que ofrecen trabajos online como freelance pagan a través de PayPal y servicios similares, que los venezolanos no pueden usar pues los bancos venezolanos solo permiten el uso de la moneda local, así que Juan optó por recibir los pagos en bitcoins y otras criptomonedas.
Gracias a ello pudo ahorrar un poco de dinero y planear su salida del país rumbo a Colombia.
Las criptomonedas también le ayudaron durante el viaje de cuatro días. Los agentes policiales en la frontera venezolana tienen fama de robar dinero a las personas que tratan de huir del país, pero todo el dinero de Juan estaba en bitcoins, y sólo eran accesibles a través de una clave que había memorizado.
La historia de Carlos y Juan Hernández es una clara muestra del valor de bitcoins y criptomonedas para preservar riqueza en tiempos de crisis económica y regímenes políticos corruptos.