
Este artículo fue originalmente publicado en CoinReport por Ray Youssef, cofundador y CEO de Paxful. Por su interés, lo reproducimos traducido.
Bitcoin y las criptomonedas, tal y como las conocemos hoy en día, nacieron del sueño de Satoshi Nakamoto de crear un sistema electrónico de efectivo (o cash) directamente entre particulares.
Su «Libro Blanco» propuso un sistema que reemplazaría la necesidad de que las autoridades centrales, como los bancos y las instituciones financieras, facilitasen las transacciones:
«Lo que se necesita es un sistema de pago electrónico basado en pruebas criptográficas en lugar de en confianza, lo que permite a cualquiera de las dos partes que puedan realizar transacciones directamente entre ellas sin la necesidad de un tercero de confianza».
Satoshi Nakamoto (Bitcoin White Paper)
Si bien el mercado ha evolucionado desde lo que antes era el «Salvaje Oeste» hasta convertirse en un vehículo crucial para el cambio y la esperanza en mercados emergentes, esto no se consiguió sin convertir los obstáculos en oportunidades y soluciones de financiación peer-to-peer como los ofrecidos desde plataformas como Paxful.
Los verdaderos casos de uso de Bitcoin, incluidos los pagos, el comercio electrónico, las remesas, la preservación de la riqueza y el bien social, han ayudado a liberar a las poblaciones no bancarizadas y o con difícil acceso a bancos de una prisión económica al proporcionarles una forma sencilla de participar en la economía global.
Las tres formas en que Bitcoin se transformó del Salvaje Oeste en un vehículo para el cambio incluyen el efectivo entre particulares y las plataformas comerciales de intercambio, que sirven al objetivo principal de brindar a las personas normales un sistema financiero global sin puertas cerradas ni barreras artificiales para transacciones legítimas.
La «capa humana» pone una cara en las personas detrás de las comunidades que no están siendo adecuadamente bancarizadas y que son olvidadas cuando se trata de finanzas tradicionales. Además, el crecimiento de la llamada «economía compartida» ha traído la interacción entre pares a la primera línea de la actualidad y llenado de esperanza a las economías en crecimiento en todo el mundo.
Al emplear Bitcoin para transacciones peer-to-peer, los verdaderos casos de uso se han implementado en mercados emergentes o lugares donde las comunidades que antes no tenían acceso a servicios bancarios no tenían la oportunidad de participar en ninguna forma de interacción financiera.
Los casos de uso que hemos visto proporcionan caminos más prósperos hacia la libertad económica, incluidos los pagos, el comercio electrónico, las remesas, la preservación de la riqueza y el bien social.
Los pagos a través de bitcoin han permitido a los no bancarizados comprar y vender divisas digitales y transferirlas fácilmente a sus cuentas, proporcionando a los mercados emergentes un barco hacia la libertad financiera.
Con el comercio electrónico a la vanguardia de una sociedad interconectada, el comercio entre particulares ha proporcionado a estos mismos mercados emergentes un lugar para convertirse en sus propios jefes y empresarios, vendiendo Bitcoin por dinero en efectivo a través de plataformas peer-to-peer.
Mientras las empresas de remesas cobran altas comisiones a los inmigrantes por poder enviar dinero a sus familiares en sus países de origen, las plataformas peer-to-peer y Bitcoin han proporcionado una forma de enviar monedas digitales casi sin cargos. Esta preservación de riqueza en países afectados por la inflación ha dado a estas mismas comunidades otra opción cuando se trata de capital libre de deudas.
Mientras tanto han surgido iniciativas sociales como la realizada por Paxful desde su iniciativa #BuiltwithBitcoin, un proyecto filantrópico para construir 100 escuelas en África. Además, la Bitcoin Cash Association lanzó una iniciativa en la que se enviaba 1.000 USD en bitcoin a las dos campañas de eatBCH en Venezuela y Sudán del Sur todos los meses, alimentando a los hambrientos y con problemas en ambos países.
Entonces, ¿dónde estamos viendo a los no bancarizados empezando a tener acceso a servicios financieros? África ha estado a la vanguardia y lo hemos visto cuando la “Generación del Guepardo” se está haciendo cargo de su destino y luchando por un futuro mejor a través de la educación, la libertad financiera y el creciente deseo de cambio.
Con la tasa de inflación de Sudán del Sur en un 102% entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017, según el Banco Mundial, y otros países con tasas de inflación de dos dígitos como Egipto, Ghana, Malawi, Mozambique, Nigeria, Zambia y Zimbabwe, los ciudadanos de estos países han comenzó a tomar el control mediante transacciones en Bitcoin en oposición a sus monedas locales.
Sobre el autor del artículo:

Ray Youssef, cofundador y director general de Paxful, es un experto en tecnología, entusiasta de la criptografía, filántropo y mucho más. El hashtag ‘BuiltbyBitcoin’ es su bebé.
Hace ocho años, su startup había fallado, los ahorros de toda su vida habían desaparecido y estaba sin hogar en las calles de California. Conoció a su compañero y cofundador de Paxful, el nativo estonio Artur Schaback, en circunstancias similares.
Ambos intentaban reconstruir sus vidas y la oportunidad que representa Bitcoin les ofreció una idea. Paxful nació así, un mercado de Bitcoin entre iguales para que las personas intercambien tarjetas de regalo, monedas y criptomonedas sin la necesidad de bancos o intermediarios. Paxful es como «el súper de la banca», o más bien para los no bancarizados.
#BuiltByBitcoin comenzó como un proyecto financiado por Paxful y ZamZam para construir escuelas en toda África que brindaran educación general pero que también enseñaran en estos mercados emergentes cómo usar Bitcoin para conseguir la libertad financiera.